«Guarda fidelidad melódica respecto a los cantes tradicionales; el dominio del compás se observa en cómo entra y sale conscientemente de la “cuadratura” gracias a los amarres en el tiempo tres, llevando el compás con la mano y el pie; el uso de los acentos y de los silencios es magistral; utiliza el jipío, el vibrato marcado, el mordente, todos los recursos vocales flamencos con criterio y buen gusto y usa varias colocaciones de la voz a lo largo de los diferentes cantes haciendo guiños a sus referentes. Todos estos recursos expresivos del fraseo muestran una gran afición y conocimiento del cante, ¡y por eso José Ángel Carmona es tan flamenco!»
De la entrada: ¿Por qué es tan flamenco José Ángel Carmona?
Cante Flamenco Global, Alba Guerrero
José Ángel Carmona, cante
Rafael Rodríguez, guitarra
ConciertoJueves 14 de octubre de 2021 – 19 Hs
Sala Sandaru – Calle Buenaventura Muños, 21 de Barcelona
Aforo Reducido. Acceso por invitación con inscripción previa.
Sala Sandaru – C/ Buenaventura Muñoz, 21 de Barcelona
José Ángel Carmona (Los Palacios y Villafranca, Sevilla, 1977) creció con la tradición flamenca en casa. Aprendió muy joven a tocar la guitarra junto a su tío abuelo, Manolo Carmona, guitarrista de grandes cantaores como Pepe Marchena, Antonio Mairena, Pepe Pinto, Joselero y maestro, a su vez, de guitarras ilustres de hoy, como el propio Riqueni o el Niño de Pura. Su padre, Juan Carmona, Juanito el Distinguido, es, a su vez, un reconocido cantaor con un gusto especial por los cantes de Triana y de Antonio el Sevillano. Esas fuentes sumadas a su natural inquietud, su creatividad y sus facultades, le han convertido en un gran cantaor y un gran músico, que además de la guitarra, sorprende en los recitales acompañándose con el bajo eléctrico o la mandola.
Tras forjarse una sólida trayectoria cantando para bailaores como Rocío Molina, Joaquín Grilo, Belén Maya, Olga Pericet o Patricia Guerrero –ahí es nada-, en 2012 fue galardonado en la Bienal de Sevilla como el mejor cantaor de acompañamiento al baile, y participó en Catedral, la obra con que Patricia obtuvo su Giraldillo al baile en 2016. José Ángel supo aprovechar ese período para conocer todos los secretos del cante atrás e iniciar una carrera como solista donde ofrece su manera de entender el cante, sabiendo buscar inspiración en los artistas del pasado, pero aportando un aire nuevo, expresado con una voz redonda y poderosa y con un despliegue de recursos vocales sorprendente.
Tras ganar un concurso en 2002, obtuvo como premio poder grabar un primer disco, que le produjo Gonzalo García Pelayo. Este trabajo se tituló Yaharí (Villamúsica-Universal Music / 2002), y ya contenía varias composiciones propias. Luego llegó Lunares pa tu vestío (El Pescador de Estrellas / 2006), con aquellos pegadizos tangos, Verde limón, que fueron incluidos en varias recopilaciones flamencas. En su tercer disco en solitario ya se decantaba todo un bagaje y una voluntad clara de demostrar el buen cante que sabe hacer. Se tituló Por los rincones(La Voz del Flamenco / 2012) y contaba con la producción de los guitarristas Juan Requena y Pedro Sierra. En el disco colaboraron, además, otros destacados artistas como Manuel Parrilla, Diego del Morao, Joaquín Grilo, Juan José Amador o José Valencia.
José Ángel participó, también, como cantaor para guitarristas como Paco Peña (en los espectáculos A Compás, Quimeras, Flamenco sin fronteras y Chopín), y para Pedro Sierra, en el espectáculo Tres movimientos. También trabajó en Flamenco para Traviata (2008), del dramaturgo Salvador Távora y La Cuadra de Sevilla.
Vendrá acompañado de un viejo conocido en El Dorado, Rafael Rodríguez (1957), un guitarrista con un sinfín de admiradores entre los aficionados. No es fácil generar esa expectación sin tener ni un solo disco propio en el mercado -ni redes sociales, ni falta que le hace-, pero es que lo que Rafael hace desde el toque atrás no es fácil, realza todo aquello que acompaña, lo hace sencillamente mejor, no necesita ser solista para arrancar oles en cada falseta y cuando se pone a tocar alante, su expresividad lo puede todo. Su maravillosa Zambra es por todos conocida.
Rafael ha acompañado a las figuras más destacadas del flamenco. Se estrenó con Mario Maya, le ha tocado a Bernarda de Utrera, a Sordera de Jerez, a Gaspar de Utrera y muchos otros. Se formó con el guitarrista Andrés Vázquez, de la escuela del Niño Ricardo y estuvo trabajando en el tablao Los Gallos nada menos que 18 años. Ha acompañado a bailaoras como Belén Maya o Rocío Molina durante muchos años y, en definitiva, es requerido por sus compañeros de profesión porque saben que él aporta siempre ese plus de calidad sobre el escenario, y en el a veces estrecho margen de la respuesta al cante o baile, Rafael inventa detalles que siempre sorprenden, con un toque justo y preciso que ilumina el trabajo de sus compañeros y, si hace falta, hasta se pone a rapear en el fin de fiesta. Hace fácil lo difícil, suma sin hacerse notar, o se nota para bien, y cuando ha de destacar, lo hace con una impronta personalísima e inconfundible. En la Bienal de Sevilla de 2008 obtuvo el Giraldillo al Acompañamiento y ha presentado, también, dos espectáculos propios: Guitarra mía, en Nimes (2017) y Dejándome llevar, para la Bienal de Sevilla de 2018.
EL DORADO
Sociedad Flamenca Barcelonesa