Hasta hace bien poco, el mundo del flamenco era reacio a entender que sus disciplinas, sobretodo el cante, pudiera aprenderse desde las aulas. Una cosa es formar profesores y otra distinta crear artistas, con toda la complejidad que eso significa, el paso de las aulas a los escenarios parecía una quimera.
Hoy en cambio, a la luz de los resultados, nadie puede negar la evidencia. En lo que va de siglo, solo de la Fundación Cristina Heeren de Sevilla, han salido profesionales tan valiosos como Rosario la Tremendita, Jeromo Segura, Argentina, Gema Caballero, Raúl Cantizano, Rocío Márquez, Jesús Corbacho, Laura Vital, Vicente Gelo, Luisa Palicio, Manuel de la Luz, etc…, la mayoría de ellos los hemos podido ver y disfrutar en la Sala Sandaru.
Actualmente el barcelonés Marcos Martínez y el granadino Tomás García, son dos de los alumnos señalados de la Fundación Cristina Heeren que conjugan las aulas con su presencia en los escenarios, algunos tan importantes como la Bienal de Sevilla. Los dos fueron becados el pasado año por la Fundación al ganar los premios del Concurso Talento Flamenco. Marcos, el premio del cante por Soleá y Tomás, el de Granaínas. Ambos han participado en el espectáculo de clausura “La Roda del Viento” incluidos en el elenco de Dorantes y además, el joven Tomás García, acompañó con su cante, el baile La Moneta en el Teatro Central.
En su actuación en El Dorado, les acompañará el guitarrista Pedro Barragán ex alumno, y ahora profesor de ambos en la Fundación Cristina Heeren. Formado en el conservatorio superior de música del Liceo de Barcelona bajo el magisterio de Manuel Granado ha acompañado el cante de Chano Lobato, Carmen Linares, Paco Taranto, Fernando de la Morena, Nano de Jerez, así como a otros cantaores de su generación como Rocío Márquez, Manuel Romero o Gema Caballero con quien grabó De paso en paso, hasta ahora el único disco de la cantaora. Es el guitarrista habitual en las producciones escénicas de José Luis Ortiz Nuevo.