La bailaora María Pagés (Sevilla, 1963) destaca entre los artistas más apreciados, creativos y con mayor proyección en el flamenco actual. De ahí la expectación por su nuevo espectáculo, «Óyeme con los ojos», que presenta en el Mercat de les Flors. Y de ahí, también, el honor de El Dorado Societat Flamenca Barcelonesa por acoger su voz en la oportunidad de acercarse a un mejor conocimiento de su arte.

Como en su anterior espectáculo, «Yo Carmen» (2014), María Pagés vuelve a indagar sobre lo femenino. Pero en lugar del mito romántico, que entonces vindicó en su figura de mujer liberada que aspira a dominar su destino, esta vez parte de la poetisa barroca Sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel Nepantia, 1651-México, 1695) y, en concreto, el verso «Óyeme con los ojos», de su poema «Sentimientos de ausente».

En el artículo que tituló «Se hizo monja para pensar», la también poetisa Elena Tamargo (La Habana, 1954-Miami, 2011) destacó como en Sor Juana Inés de la Cruz, «seduce la perfección de su obra y los enigmas de su vida, una curiosa monja, absolutamente consciente de ser mujer y completamente absorbida por una pasión inédita, la del conocimiento, que, precisamente por ella, tiene que neutralizar su sexo para poder acceder al ansia de conocer: el mayor de los poderes»

Se trata, probablemente, de un punto de visto cercano al que María Pagés toma en su nuevo espectáculo. A diferencia de la mayoría de producciones efectuadas desde que en 1990 creó su propia compañía, se trata de un solo de la bailaora. La acompañan seis instrumentistas encabezados por el guitarrista Rubén Lebaniegos, compositor musical del espectáculo, firma la dramaturgia el también escritor y poeta El Arbi El Harti y, además de obras de él mismo y de Sor Juan Inés de la Cruz, incluye poemas de Ibn Arabi, Ben Sahl, Belén Reyes, Antonio Machado, Fray Luis de León y José Agustín Goytisolo.

«»Óyeme con los ojos» es una obra que se construye en torno a escenas dramatúrgicamente muy marcadas, en la coreografía y en la música: interactúan con fluidez historia y palabra, ritmo, cante y melodía, zapateado y percusión, voces fuertes y delicadas, humor e ironía», se señala en la ficha técnica del espectáculo. ¨

«En este monólogo», apunta asimismo, «María cuenta la vida y las inquietudes de una mujer, cuya vida está marcada por el baile y la coreografía, como vocación y como profesión. La madurez le aporta la distancia y la valentía de revelarse tal como es: una mujer, humana, que no le sorprende, ni le asusta su humanidad».

Tras debutar en la Compañía de Antonio Gades, y formar en 1990 su propia compañía, ha realizado decenas de proyectos en los que, desde el flamenco, se ha acercado a géneros y sensibilidades muy diversas, desde el ballet clásico al contemporáneo o la danza popular moderna, en escenarios tan relevantes como, entre otros el Radio City Music Hall de Nueva York, Auditorium de Chicago, Pantages Theatre de Los Ángeles, Wang Center de Boston, Hummingbird Theatre de Toronto, Entertainment Center de Sídney y, desde luego, el Teatro Real de Madrid y, al frente del Ballet Nacional de España, el de la Zarzuela.