Cronista y crítico de flamenco en la edición de ABC para Catalunya durante la década de los 90 y hasta hace apenas un año, Pedro Burruezo es, ante todo, uno de los músicos más originales y creativos en la escena barcelonesa.
Con el grupo Claustrofobia, del que fue líder, encabezó en los 80 el llamado mestizaje musical. Desde el rock y el pop, en sus corrientes estéticas más innovadoras entonces, conectó con el flamenco, género en el que es un destacado especialista.
El álbum más emblemático de Claustrofobia, “Repulsión” (1987), recibió el premio de la revista Rockdelux al mejor disco producido aquel año en España. En él se apuntaban géneros tales como, en expresión del propio Burruezo, “la bossa nova electrónica, la rumba afterpunk, el pasodoble marciano y los cantes flamencos sobre ritmos electrónicos sincopados, más una salmodia de quejíos a ritmo de reggae…”
En aquel mismo momento culminaba la renovación de la rumba emprendida por Gato Pérez y se establecían en Barcelona músicos como el guitarrista Raimundo Amador o la cantante y compositora francesa Cathy Claret, cuya aportación a la rumba destaca entre las más decisivas en el género.
Como crítico y cronista, Pedro Burruezo se ha hecho apreciar por su profundo conocimiento del flamenco y su generosa y aguda atención por las actuaciones e iniciativas que, en torno a este género, se han producido en Catalunya durante los últimos años, de las peñas más humildes a los mayores festivales.
En la sensibilidad artística de Pedro Burruezo se da, asimismo, una viva sugestión por los antiguos cafés de cante y los nidos de arte que en tiempos articularon la escena flamenca en Barcelona. De ello ha dado cuenta con su actual grupo, Burruezo & Bohemia Camerata, con el que ha grabado el disco “Barcelona, intimíssimo café”.
Establecido ahora en el Baix Empordà, Pedro Burruezo acaba de grabar un nuevo disco, “Multaqa Antigua Contemporània”, donde figura una interpretación desde el sufismo de la soleá de Mercé La Serneta: “Fuí piedra y perdí mi centro/ y me arrojaron al mar./ Al cabo de tanto tiempo,/ mi centro vine a encontrar”.
En la conferencia-concierto, Pedro Burruezo ilustrará su relato con diversas intervenciones al cante y a la guitarra, para las que contará con el concurso de la excepcional violinista ruso-judia Lea Shalom. En ellas, anticipa, “prevalecerán los aires flamencos (no puristas), las melodías judías-sefardíes y los cantos sufís”.