A José Valencia (Barcelona, 1975) le avalaban años de profesión junto a las más grandes figuras del baile. Una escuela grande y difícil, como él mismo dice: “No hay mucha gente buena cantando para bailar por esa dificultad. Si los hubiera, no estarían ahí Juan José Amador o El Extremeño, que llevan treinta años en el atrás.” Trabajó con Farruquito, Eva Yerbabuena, Joaquín Grilo, Andrés Marín y, como dice Fermín Lobatón, en muchos casos rebasando los límites tradicionales del llamado atrás. Con ellos, quien ya era un cantaor de largo recorrido se hizo artista, en un sentido amplio, pero el éxito de la Bienal de 2012 y la publicación de su primer disco,
Solo Flamenco (Cambayá/Karonte), fueron determinantes para que llegase el reconocimiento
generalizado de crítica y público.

Con las facultades vocales de que dispone y sus tablas, más de uno se preguntaba porqué había esperado tanto para grabar. Él despacha estas cuestiones con sencilla contundencia: “Cuando me he visto con la capacidad de aguantar el peso de un disco propio, me he puesto con ello. Hoy cualquiera puede grabar un disco, lo difícil es defenderlo en directo.” Así surgió Solo Flamenco, un trabajo sin concesiones, donde recogía aires propios de su tierra, Lebrija; unos Tientos del Balcón que rescató de una grabación de El Pena hijo (y que él, no sin ironía, señalaba como su concesión a lo comercial en el disco) y, también reservó un espacio para recordar a
Antonio Mairena, en las Tonás, y al Cojo de Málaga, en la Tarantas.

Esa idea de defender el cante ante el público la llevó a su máxima expresión en su segundo trabajo discográfico, Directo (El Mandaíto Producciones, 2015), registrado en vivo en el teatro Lope de Vega de Sevilla, una apuesta a todo o nada en la que, además, se embarcaba con producción propia. Un reto casi atlético, pues José apenas descansa entre cante y cante y con sus movimientos hilvana los cambios de una sobria puesta en escena, en la que le acompañaban su inseparable Juan Requena, Manuel Parrilla y el compás de Bobote,
Juan Diego y Manuel Valencia.

José Valencia lleva un tiempo explorando nuevas vías creativas. Recientemente reivindicó la flamencura de los poemas de Gustavo A. Bécquer en su espectáculo La alta torre y su última creación, Bashavel, es un trabajo presentado en la XX Bienal de Flamenco de Sevilla, donde recoge y canta poemas de diversos autores gitanos de todo el mundo. Con Bashavel, José se ha abierto a otra forma de hacer y a otras músicas, incorporando el cuarteto de cuerdas de Millenium Arts Ensemble, o el acordeón de Cuco Pérez.

Juan Requena (Málaga, 1975) es un guitarrista de contrastada solvencia, con muchos años de trabajo al más alto nivel. En el campo del baile, ha colaborando con Belén Maya, Isabel Bayón, Joaquín Grilo, Manuela Carrasco, Rocío Molina. En el cante, trabajó con Duquende, José y Encarna Anillo, Jesús Corbacho, o José Ángel Carmona, cantaor muy interesante y de quien fue productor para su disco Por los rincones. Pero, sobretodo, ha acompañado la carrera de José Valencia desde antes de que éste despegara con su primer disco, siendo responsable de buena parte de su producción musical. Ganador del Giraldillo al mejor guitarrista en 2012, lanzó su primer trabajo discográfico en solitario en 2015, Arroyo de la miel, que respaldado por
la crítica flamenca presentó en el Dorado en 2016.
Es muy recomendable la entrevista que con motivo de aquel concierto le hicieron en Flamenca y Más.