Rocío Molina planteaba en un espectáculo una definición que me cautivó: “Danzaora”. Y creo que así me identifico, como un “danzaor”. Yo quería ser “más bailaor que nadie”, pero ya he superado esa etapa. No me considero un bailaor tradicional. Y no soy solo bailarín: he ido dando pequeños pasos hacia la libertad de movimiento, hasta identificar mi propia identidad. El proceso me ha costado 10 años y siete espectáculos, pero en este momento me reconozco en lo que hago y me identifico con ello. Dicen que nuestras células se renuevan cada cierto tiempo; a mí se me renuevan y soy distinto en cada espectáculo. Y en los próximos años seguiré evolucionando en mi faceta creativa como coreógrafo. Cuando el cuerpo me diga que deje de bailar, seguiré creando espectáculos para que bailen otros.

Jesús Carmona, en la entrevista de Beatriz Portinari para AISGE (25.01.21)

Nos llega Jesús Carmona (Barcelona, 1985) tras presentar en el Festival de Jerez su espectáculo EL SALTO, una coproducción del Teatro Sadlers Wells de Londres, La Bienal de Flamenco de Sevilla y el Flamenco Festival, fruto de tres residencias artísticas realizadas entre marzo y julio del 2019 sobre el concepto del género en el movimiento. Proyecto creativo en el que se sumergió para explorar las diversas formas de masculinidad, sus patrones de movimiento y su formulación desde el baile, avanzando sobre cuestiones tales como si el movimiento tiene un género marcado y dándole curso y forma tanto desde el baile flamenco como a través del estudio y la incorporación  de otras danzas.

Jesús empezó a bailar con siete años de la mano de su profesora, Sonia Poveda, hermana de Miguel, que era maestra en la peña La Macarena y el Niño de Morón. Licenciado en Danza Española y Flamenco en el Institut del Teatre de Barcelona, se fue a Madrid muy joven para seguir aprendiendo junto a figuras como Antonio Canales, el Güito, Manolete, o Rafaela Carrasco y desde entonces lleva muchos años bailando al más alto nivel. Estuvo en el Ballet Nacional de España como primer bailarín de la compañía, donde permaneció hasta 2010, cuando decidió marchar para seguir creciendo en solitario. En 2012 ganó “El Desplante” en La Unión y estrenó Cuna Blanca & Negra en la Bienal de Sevilla, primer espectáculo creado con su propia compañía y con el que obtuvo una gran acogida de público y crítica. Estos dos éxitos consecutivos acabaron de darle el espaldarazo a su carrera y desde entonces es apreciado  como uno de los mejores representantes de una nueva generación de bailaores.  Completísimo técnicamente, aúna una elegancia y una precisión propias de las danzas más estilizadas; es rico en recursos y sabe incorporar sus conocimientos en clásico español y otras danzas, pero además de derrochar un temperamento y una energía arrebatadora cada vez que sube a un escenario, sigue creciendo y transformándose con cada nueva propuesta escénica y EL SALTO es una buena muestra de ello.

En la cita de este jueves le acompañarán José Valencia (Barcelona, 1975), al cante y Juan Requena (Málaga, 1975) a  la guitarra, bien conocidos por la afición de El  Dorado. En noviembre de 2019 pudimos disfrutar al poderoso cantaor y a su inseparable tocaor en un recital excepcional y por separado les tuvimos con anterioridad, también, presentando sus respectivos trabajos discográficos. José acaba de publicar un nuevo disco, La alta torre. Bécquer y el Flamenco, con el que lleva al cante la obra del poeta sevillano, respaldado, también, por la sonanta de Juan Requena. Ambos acompañan a Jesús en la puesta en escena de su último espectáculo, de modo que podemos presumir una gran compenetración entre los tres.

Recientemente, al danzaor Jesús Carmona le ha llegado el más alto reconocimiento institucional con el Premio Nacional de Danza 2020, un buen momento para celebrar con él y disfrutar de su baile.