· A Voz y Guitarra ·
Sandra Carrasco, cante
David de Arahal, guitarra
Concierto
Lugar: Sala Sandaru – Calle Buenaventura Muñoz, 21 (Barcelona)
Fecha: jueves 18 de enero a las 19 hs
Concierto organizado por El Dorado Sociedad Flamenca Barcelonesa
Aforo Reducido. Acceso con inscripción previa para socios.
No existe venta anticipada ni reserva de entradas
[Entrada general 15 Euros hasta completar aforo]
Sala Sandaru – C/ Buenaventura Muñoz, 21 (08018 – Barcelona)
EL DORADO
Sociedad Flamenca Barcelonesa
·.:.· PRENSA ·.:·
Os dejamos aquí el enlace [link] del DIARIO DE SEVILLA donde se encuentra esta reseña que Juan Vergillos escribió en 2022.
Juan Vergillos / DIARIO DE SEVILLA
27 de octubre de 2022
«Hermosa repostería jonda»:Con estas palabras, o unas muy parecidas, calificaba Chano Lobato el arte de Pepe Marchena. El cantaor de la campiña sevillana es el máximo exponente de la alegría en el cante flamenco, como evidenció esta propuesta, de ahí que haya no pocos cenizos pululando por los suburbios jondos que lo odian. La belleza en estado puro, la delicadeza, la seducción jonda, el caramelo, la voz plena de colores. Por eso, para tratar de emularlo, como hace Carrasco en este recital, hay que ser un superdotado. Y la cantaora onubense lo es. Se ha traído a su terreno las melodías de Marchena, que eran modernas en su tiempo, y lo serán siempre, y las ha actualizado con unos brillantes arreglos de guitarra a cargo de David de Arahal. Pero además Carrasco les añade frescura y femineidad. Naturalidad. Puesta en escena. Y, por supuesto, entrega. La misma libertad que Marchena se concedía a sí mismo, y que tanto odian, como decía, los cenizos de su tiempo y los de hoy, se ha concedido Sandra Carrasco que, siendo rigurosamente fiel a los originales, ha logrado que, lejos del museo, del moho y del olor a estancia cerrada, cobren nueva vida. Pepe Marchena conocía todos los estilos del flamenco, los reinventó todos e inventó alguno, como la colombiana, completamente ausente de este homenaje. Tan grande es el cantaor, y tan alargada es su sombra. Tanto que, si nos fijáramos más a menudo en él, el cante sería más libre, más divertido, más sensual, sin dejar de ser visceral, como era Marchena y como fue este recital. Por eso Marchena, desde que murió, renace cada cierto tiempo.
No morirá mientras haya alegría.