Dotado de una gran inventiva, abierto a la relación con otros géneros, muy en especial el jazz, pero también gran estudioso de la historia de la guitarra flamenca, Agustín Carbonell, El Bola (Madrid, 1967) sobresale entre las figuras con mayor influencia y atractivo en el panorama actual del flamenco.
Entre los numerosos músicos con los que ha colaborado destacan Paco de Lucía, de cuyo grupo formó parte, y Enrique Morente, con quien colaboró en tres discos: Misa flamenca (1991), Negra, si tú supieras (1992) y Alegro y Soleá, fantasía flamenca para voz y orquesta (1995).
Hijo del cantaor Agustín Montoya, por tanto de la familia flamenca madrileña de los Montoya, sobrino del bailaor El Güito y emparentado con el histórico guitarrista Agustín Castellón, Sabicas (sobrino de Ramón Montoya), Agustín Carbonell, el Bola empezó a actuar a los 13 años, junto a figuras como El Güito y cantaores como Fernanda de Utrera o Chocolate.
Ha grabado cinco discos en solitario: Bola (1989), Vuelo Flamenco (1996), Desvaríos (2007) -junto al saxofonista y flauta Jorge Pardo– y Rojo y Rosa, música y baile del nuevo flamenco (2011). En 2015 publicó asimismo el libro-cd El sueño de don Ramón Montoya, sobre el fundamental guitarrista (Madrid, 1880-1949).
Para Agustín Carbonell, El Bola, su ancestro Ramon Montoya fue, además del guitarrista más vinculado al cantaor Antonio Chacón, en la formación del género, «el jazzmen del flamenco» dada su capacidad improvisadora. La precisión y su original expresividad le señalan en la historia y perduran en su legado.
La relación con músicos de jazz y otros géneros está presente en Agustín Carbonell, El Bola, desde los inicios de su carrera. Desde entonces data su relación con Ruben Dantas, Javier Colina, Luis Dulzaides o los componentes de Ketama o La Barbería del Sur. Además de con Jorge Pardo (en los álbumes Las guitarras son quizá sordas, Veloz hacia su sino y 2332) grabó con el pianista Chano Domínguez en uno de sus primeros álbumes, Chano y ha colaborado con el también pianista Michel Camilo, entre otras grandes figuras del jazz. Durante ocho años (1996-2004) vivió en Brasil donde cultivó su relación con las músicas populares brasileñas.
En el flamenco, se relacionó con gran parte de los mejores cantaores y bailaores de la segunda mitad del siglo XX y las primeras décadas del XXI, de Rafael Romero, El Gallina, o Chato de la Isla, al sabadellense Blas Córdoba, Kejío, a quien acompaña en su primer disco en solitario, Bendito (2015).
Enrique Morente – Agustín Carbonell, Bola – Granaína
Agustín Carbonell, El Bola – Rondeña de Ramón Montoya
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