Montse Madridejos, muy vinculada a El Dorado, Sociedad Flamenca Barcelonesa, acaba de publicar la monumental biografía Carmen Amaya (Editorial Bellaterra, 2013), obra que que ha escrito conjuntamente con David Pérez Merinero, y viene encabezada por un gran prólogo del escritor Juan Marsé.
Montse Madridejos se doctoró en Historia de la Música en 2011, con la tesis «El flamenco en la Barcelona de la Exposición Universal de 1929», que el mismo año publicó también la Editorial Bellaterra en un libro que presentó en El Dorado Eloy Martín Corrales, profesor de Historia Contemporánea en la Universitat Pompeu Fabra.
En esta nueva comparecencia en El Dorado, Sociedad Flamenca Barcelonesa, Montse Madridejos ilustrará la trayectoria y la excepcional proyección de Carmen Amaya (tan bien relatada y documentada en su biografía) a partir de la extensa y a menudo brillante filmografía de la artista, apenas conocida salvo en el caso del largometraje Los Tarantos (Rovira-Beleta, 1963), nominado al Oscar a la mejor película en habla no inglesa.
En efecto, Carmen Amaya debutó ante la cámara siendo todavía una niña de apenas 11 años, en el film La bodega realizado en aquel 1929 que fue el tema de la tesis doctoral de Montse Madridejos (entre otras aportaciones relevantes, su biografía también ha documentado el nacimiento de la artista en torno a 1918 y no en 1913 como se atribuye).
Entre otras producciones, y en paralelo al auge de la cultura de masas en la II República, Carmen Amaya intervino en el exitoso largometraje La hija de Juan Simón (1935), protagonizado por el cantaor Angelillo, dirigido por José Luis Sáenz de Heredia y con Luis Buñuel como productor ejecutivo. La artista barcelonesa deslumbra en una escena donde aparece bailando sobre una mesa de café.
Pero las mejores filmaciones de Carmen Amaya fueron rodadas en Cuba, Estados Unidos, Argentina y Francia, tras la guerra civil. Montse Madridejos y David Pérez Merinero detallan este periodo en el cual, entre otros honores, Carmen Amaya fue invitada a la Casa Blanca por el presidente Roosevelt, aplaudida por Orson Welles, Charles Chaplin, Fred Astaire, Winston Churchil o Marlon Brando, entre otras celebridades, e incluso nombrada «capitana honorífica» de la marina de guerra de los Estados Unidos por el almirante Nimitz .
En lo artístico, además de frecuentar los estudios de Hollywood, Carmen Amaya actuó en escenarios tan relevantes como el del Carnegie Hall o el del Thêatre dels Champs Elysées. Y en las músicas populares modernas, compartió carteles con Thelonoius Monk, John Coltrane y, desde luego, el guitarrista flamenco Agustín Castellón, Sabicas.