Con un coloquio y la proyección de un episodio de la serie de Televisión Española, Rito y Geografía del Cante (1973), Pedro G. Romero y José María Velázquez, abren la programación del trimestre y con ello, el ciclo de cine Flamenca Barcelona
Coloquio de Pedro G. Romero y José María Velázquez Gaztelu De Despeñaperros para arriba.
Segundo Prólogo del ciclo Flamenca Barcelona
Jueves, 8 de Abril de 2021, 19 h. Acceso por invitación con inscripción previa.
Sala Sandaru (Buenaventura Muñoz, 21. 08018 BARCELONA).
“…FLAMENCA BARCELONA no es solo un retrato, una colección de estampas, sino que pretende presentarse como un cuerpo vivo donde imaginación y conocimiento, fantasma y esqueleto, se presenten por igual, como pasa en el verdadero cine, como pasa en el verdadero flamenco.” Así concluye el texto con el que Pedro G. Romero, el director del Ciclo, presenta Flamenca Barcelona.
Hace dos años El Dorado, en colaboración con la Filmoteca de Catalunya, puso en pie, también con proyecto de Pedro G. Romero, El Ojo Partido, un ciclo que mostraba el recorrido del flamenco como construcción visual en línea con la modernidad de las vanguardias europeas de principio del siglo XX y su relación con el cine, dos artes entonces novedosos que compartían entre otras cosas, cronología. Ahora con Flamenca Barcelona es la propia ciudad el territorio de la acción en ese proceso de ampliar el campo de significados de lo flamenco. A esta nueva aventura además de compartirla con la Filmoteca se han sumado dos entidades más; la cooperativa de cine Zumzeig y el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. En las sedes de estas cuatro entidades se desarrollará un programa de 19 sesiones que se emitirán según detalla la cartelería que se ha publicado.
Rito y Geografía del Cante es, con seguridad, la mejor serie de flamenco que se ha hecho en televisión, hoy tiene el valor de un documento histórico. En los 100 capítulos que TVE emitió entre el otoño de 1971 y el del 73, la serie además de retratar con nitidez esa época en la que nació, consiguió ponerle cara al flamenco, es decir aportó la potencia de la imagen a la idea “romántica” que, primero Demófilo y después Federico García Lorca proclamaron como el arte popular por excelencia. Fue algo así como conseguir que el verbo se hiciera carne.
José María Velázquez, poeta, escritor, documentalista cinematográfico, fue, junto a Mario Gómez y Pedro Turbica, el autor y conductor de la serie. La aportación fundamental de Rito fue el método de captación, en vez de llevar a los artistas al estudio de grabación fueron los equipos los que se trasladaron al hábitat natural de los intérpretes, ya fueran las tabernas o sus propias casas. Era el modo que José María había experimentado pocos años antes, cuando formó parte del equipo de grabación que el escritor Caballero Bonald había reunido para realizar la Antología de Vergara, solo que ahora además del excelso sonido de un cante bien cantado también se captaba la imagen de los protagonistas en su entorno natural reunidos en grupos con familiares o amigos. Es decir, la cámara captaba el ambiente que generaba esa manifestación artística de manera que cada programa era una ceremonia en si mismo. El duende lorquiano, esa figura poética que Federico anunció ahora se visualizaba cuando, por citar solo un ejemplo, el Titi cantó sus tangos de Triana en la taberna del Morapio.