“Mi máxima siempre es la belleza. Mi lenguaje, el flamenco. Con ese lenguaje, sin embargo, puedo hablar de todo. A Paco de Lucía le preguntaron si él prefería impresionar o emocionar. Y la respuesta fue emocionar.”

“A los flamencos se nos tiene que quitar la cara de catetos por no saber leer música. Yo leo despacio. No me enorgullezco de ello, pero tampoco tengo complejo, como no lo han tenido ninguno de los que me anteceden. La transmisión oral ha tenido un peso muy fuerte en esta cultura, hay que entender esa singularidad. Yo aprendí escuchando a mis tíos, pero después he hecho el Concierto de Aranjuez veinte veces. He tocado piezas de Albinoni, Brahms y Bach […], de Albéniz, Beethoven, Schubert, Chopin… Siempre con mi lenguaje, como te decía: el flamenco. La experiencia nos avala.”

Las declaraciones de arriba son, creemos, una buena forma de definir la personalidad artística de José Luis Montón (Barcelona, 1962). En sus palabras, recogidas en el artículo que Luis Ybarra Ramírez firma para ABC Cultura, se destila su forma de entender la música y su natural y desacomplejada tendencia a crear puentes hacia otros géneros. Ha colaborado con todo tipo de músicos, algunos, hoy, estrellas mundiales, siempre con ese objetivo de fondo: crear belleza, más allá de cualquier etiqueta. La segunda cita que recogemos, nos parece interesante por cuanto ahonda en aquello que Pepe Habichuela nos contaba cuando decía que en muchas ocasiones “tuvo que aprender de sí mismo”, es decir, rebuscar en aquello que no sabía que sabía, para resolver cuestiones musicales. El guitarrista flamenco, el flamenco en general, no debiera sentir complejo y sí valorar esa extraña virtud de llevar encima, ya leída, toda la música que interpreta; es una especificidad propia del músico flamenco que el maestro Mauricio Soleto no se cansa nunca de ensalzar. Este barcelonés, afincado en Madrid, piensa del mismo modo y  no ha hecho otra cosa que potenciar esa virtud a lo largo de su extensa carrera.

Comenzó sus estudios musicales a muy temprana edad, especializándose en guitarra flamenca y composición y destaca entre los artistas flamencos que, con mayor intensidad y obertura, ha compartido, con una mirada muy personal, experiencias con variadas y diversas culturas musicales. Ha trabajado con artistas como Josep Mas “Kitflus”, Mayte Martín, Belén Maya, Antonio Canales, Javier Latorre, Chano Domínguez, el virtuoso compositor y músico alemán, Horst Sohm, o el prestigioso percusionista de origen egipcio, Hossam Ramzy, entre muchos otros. Tiene el Primer Premio de los Certámenes Internacionales de Barcelona y Nimes (Francia), y le fue otorgada, por el Círculo de Bellas Artes de Madrid, la Copa Teatro Pavón, para nuevas figuras del flamenco. Acompañó a Mayte Martín y a Belén Maya en la creación musical del espectáculo Flamenco de cámara y se embarcó en la interpretación del Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo en el Teatro Principal de Valencia con la Orquesta de Valencia, dirigida por Joan Cerveró.

Su carrera como intérprete y compositor le lleva a recorrer todo el mundo y a frecuentar las grandes citas del flamenco como la Bienal Flamenca de Sevilla (2008, 2010), la Bienal de Málaga (2007) y el Festival de Guitarra de Córdoba (2009) y Nimes (2018) y a grabar muchos discos propios junto a grandes figuras del flamenco: “Flamenco entre amigos” (1996), “Aroma” (1997). “Sin querer” (2000), “Flamenco Kids” (2009), “Solo Guitarra” (2012), trabajo grabado para el sello ECM (convirtiéndose en el primer músico español en grabar como solista con esta prestigiosa discográfica), y el más reciente “Flamenco & Classica (2021), presentado en directo hace apenas unos días, y en el que participan grandes voces del flamenco y de otras disciplinas, con letras compuestas por el propio Montón a partir de diez piezas clásicas cantadas por Miguel Poveda, Pitingo, Roko, Sandra Carrasco, María Toledo, Rocío Márquez, Sheila Blanco y Rosario “La Tremendita”. Destacamos, también, sus discos junto al violinista clásico Ara Malikian, “Manantial” (1996) y “De la felicidad” (2005), galardonado con el Premio de la Música. Ha compuesto música para teatro y participado en bandas sonoras como “El hombre que mató a Don Quijote” de Terry Gillian, nominada a la mejor canción original de los premios Goya de 2019.