“ADN es un espectáculo largo y denso que, sin embargo, pasa en un soplo y te deja con ganas de más. Alegrías, milonga-rumba, soleares, el chacarrá, tanguillos, la caña y unas bulerías para rematar la faena. Brillantez, seriedad y guasa. Cada una en su lugar y todas en escena. Y una auténtica creación personal en cada número. Siempre ella, su ADN y, por supuesto, Cádiz.” Eso dijo el escritor y crítico flamenco José Luis Navarro en el blog El Eco de la Memoria de ADN, el último éxito de Rosario Toledo, estrenado en el pasado Festival de Jerez y presentado hace poco más de un mes en el Gran Teatro Manuel de Falla de Cádiz para disfrute de sus paisanos.

Con tan solo 20 años, casi desconocida, Rosario Toledo dio un auténtico campanazo al conseguir dos importantes premios en el Festival Nacional de Córdoba de 1998, el de Argentinita por Guajiras y de La Malena, por Tarantos. Allí la vio Mario Maya y la llevó como bailaora solista para el estreno De Cádiz a Cuba, la mar de flamenco espectáculo que estrenó ese año en la Bienal de Sevilla.

Al año siguiente consiguió el segundo premio del Concurso Nacional del Festival de las Minas de la Unión. Después participó como bailaora invitada en las compañías de Javier Barón, Javier Latorre o Israel Galván y puso sus notas de baile en los conciertos de Miguel Poveda, José Luis Montón, Juan Antonio Rodríguez, Dorantes o Arcángel.

No fue hasta 2006 cuando Rosario estrenó su primer espectáculo con coreografía propia. Una “especie de borrador” decía ella. Lo presentó en Jerez y le llamó El Aire de Cádiz, un ejercicio con el que rindió homenaje a su tierra, a sus cantaores ( Enrique el Mellizo, Adela la Chaqueta, Aurelio..).. “poniendo acentos y perfumes gaditanos y, sobre todo, hechuras y detalles personales a la soleá, al martinete, a la seguiriya y a las alegrías. Y remata la faena inventándose una malagueña para el cante del legendario Enrique, otra aportación suya al patrimonio estilístico de la danza jonda. Una creación en la que conjuga delicadeza, sensibilidad y una intensa jondura. El espectáculo es toda una lección de su presente artístico.” Así lo contó entonces José Luis Navarro en su artículo El Flamenco que Viene.

Luego fue un sin parar de producciones propias y éxitos correspondidos: El Primer Paso (versión calle y versión sala), Paso para Dos (2008) con Ana Salazar y dirección de Pepa Gamboa, Hay Fuego en tus ojos (2011), Aleluya Erótica producido por la TNT para la Bienal de Sevilla de 2012, que fue Premio Giraldillo al mejor espectáculo de la Bienal y Premio Escenario de Sevilla al Mejor Espectáculo de Danza. Pintoresca (2013) y ADN (2015).

Ahora en El Dorado presenta Flamenco a Pelo un recital de flamenco, como ella misma dice, “limpio, desnudo, sin otros artificios que las manos de Rafael, la voz de José y el cuerpo de Rosario. Un recorrido por los palos del Flamenco que nos transporta al Flamenco más veraz, más antiguo y más moderno al mismo tiempo”.

Tanto José Anillo como Rafael Rodríguez son dos artistas bien conocidos en El Dorado, recordados con cariño y admiración por el magnífico concierto que ofrecieron hace dos años.