SALA SANDARU / Interior Noche
Terremoto en EL DORADO
Cuando Pedro Barragán subió al escenario para anunciar la actuación de María Terremoto y Fernando de la Morena, todavía había gente en la puerta intentando acceder a la Sala Sandaru para disfrutar del concierto de la cantaora jerezana. Imposible: no cabía un alfiler y lamentablemente hubo amigos que tuvieron que marcharse sin poder entrar.
María “Terremoto”, cante
Fernando de la Morena, guitarra
Concierto
Jueves 21 de Febrero de 2018.
Sala Sandaru de Barcelona – C/ Buenaventura Muñoz, 21 -Barcelona-
Citó Pedro en su presentación un viejo aforismo del cine: “Una película tiene que empezar con un Terremoto y luego ir a mas…”.
Y con cierta sorna añadió –Como sigamos así vamos a morir de éxito.– Con ello el presidente de El Dorado nos recordaba el inicio de año tan movidito que habíamos tenido: David Carmona, Fuensanta La Moneta y ahora María Terremoto. ¡Casi ná! Y dejaba en el aire una reflexión que era más que pertinente en una noche como esa: Morir de éxito.
Efectivamente, la expectación que había creado el concierto de María Terremoto era abrumadora.
Y al margen de la alegría que nos da ver tantos amigos a las puertas de El Dorado y de lo felices que nos sentimos viendo la Sala Sandaru abarrotá, dicha expectación nos pone sobre aviso y nos interpela.
¿Cómo gestionar satisfactoriamente el acceso a la Sala Sandaru cuando la expectación
se dispara?.
Sea como sea, y del mismo modo que para el artista esta expectación le obliga a mirar en su interior, a exigirse, a darlo todo a y seguir trabajando duro, plantea también retos de organización muy importantes para una asociación como la nuestra. También nosotros, los socios y amigos de El Dorado tendremos que ser realistas y hacer algunos esfuerzos para seguir disfrutando de una programación tan sugerente.
Porque no es suficiente con el ímpetu. No es suficiente con la ilusión. Como a María Terremoto, las ganas y la afición no se nos pueden cuestionar, pero no siempre es suficiente. Hay que seguir aprendiendo y trabajando cuidadosamente para crecer con sentido y sin perder el rumbo.
Pero vayamos al grano. Lo que María Terremoto propone no es otra cosa que un concierto de flamenco clásico. Cante y guitarra. Un respetuoso recorrido por algunos de los estilos mas característicos del género. Y lo hace acordándose de su herencia, pero también de otras grandes voces a las que admira.
María quiere ser, que ya lo es, cantaora. Y eso no es poca cosa. A pesar del revuelo que sus actuaciones despiertan, ella es consciente de que aún transita un periodo de formación; en directo demuestra cualidades, un gran conocimiento de los cantes y una disposición noble y sincera a la hora de interpretarlos.
Sobrada de fuerza y de entusiasmo cantó y se entregó sin remilgos. Hoy por hoy, la jerezana es una cantaora intensa capaz de afilar su voz en los tonos mas flamencos. Si con la seguiriya rozó el dramatismo y logró los primeros olés del público, con la malagueña apenas consiguió sacudirse y sacudirnos el frío que traíamos de la calle. No es fácil modular y mantener la tensión emotiva en un palo tan exigente como ese. Pero María es valiente y va en serio; empezar un concierto de ese modo es buena muestra de ello.
La fuerza de su voz nos trae enseguida los ecos de su familia, aunque como es lógico María tiene su propio timbre, su personalidad y su juventud. Con la soleá, y brillantemente acompañada por la respetuosa guitarra de Fernando de la Morena, María trató de templar la voz e ir entrando en calor. Y así, poco a poco y con un público cada vez más entregado, la joven cantaora nos trajo en los estilos más rítmicos, aromas y pinceladas de Juana la del Revuelo, Camarón o La Marelu, hasta llegar a un fin de fiesta por bulerías donde, para sorpresa de todos, subieron al escenarios el Yiyo y El Tete, los dos hermanos de Badalona que con sus palmas y su baile arroparon el soniquete de los de Jerez.
Nos quedó el buen sabor de boca y las ganas de volver a ver y escuchar a una joven
y prometedora cantaora que si todo va bien sacará su primer disco antes de terminar el año y que seguro que seguirá creciendo y atrapando el interés de la numerosísima afición que ya le sigue a todos lados. Que así sea.