Así decía Juan Vergillos en mayo de 2013, en su crónica del Diario de Sevilla a propósito de un recital de Marina Heredia en la Sala Turina. Es una constante en la trayectoria artística de la cantaora, repleta de crónicas que glosan sus actuaciones.
Marina Heredia y José Quevedo ‘Bolita’ por Bulerías en El Dorado SFB
Sala Sandaru / 27-09-2018
Aunque solo tiene 38 años, esta granaína, hija del cantaor Jaime Heredia, El Parrón, ya acumula un extenso currículum, versátil y exitoso. A los doce años participó como cantaora en el espectáculo que inauguró el Palacio de Congresos de Granada y antes de cumplir los veinte ya había adquirido experiencias importantes al compartir proyectos con figuras tan significativas del flamenco como María Pagés, José María Gallardo, Eva Yerbabuena, Miguel Angel Cortés o Arcángel. Especial fue su participación, junto a Eva Durán, en la Opera De Amore, una maschera di Cenere, que se estrenó en la Bienal de Múnich de 1999 con música de Mauricio Sotelo y libreto de Peter Mussbach.
Su primer disco Me duele, me duele (2001) lo produjo Pepe de Lucía con las guitarras de Juanma Cañizares y Paco Serrano, después vinieron otros tres; La Voz del agua (2007), Marina (2010) y A mi tiempo (2013), excelentes testimonios que jalonan una trayectoria firme y exitosa.
Ha producido una decena de espectáculos propios que pasea por los escenarios más importantes del mundo. Por el último, Contra las cuerdas, recibió el Giraldillo al cante en la XX Bienal de Sevilla. El concierto es un paradigma en la carrera de Marina. Esa noche, en un ejercicio arriesgado y sincero, se encerró con seis guitarras sabias de distintas sensibilidades a las que respondió con un soberbio recital de cante agradecido y de reconocimiento a los guitarristas que le acompañaron, a los veteranos Paco de Gastor y Manolo Franco, a su escudero José Quevedo, Bolita y a los jóvenes Dani de Morón y Manuel Valencia, también a Dorantes que a tono con la ocasión cambió el piano por la guitarra para, entre los dos, rendir tributo a su tío Juan Peña, el Lebrijano aunque en realidad toda la velada, para deleite del público, fue un homenaje al cante y a intérpretes singulares.
¿Cual es el próximo reto que tienes a la vista? Le preguntaron en una entrevista posterior al premio.
Marina respondió: “Seguir creciendo sin dejar de ser yo misma”. Y en ello está.
Para este concierto en El Dorado, le acompañará el jerezano José Quevedo Bolita, colaborador habitual en los proyectos de Marina. Fue, además de guitarrista, productor de los tres últimos discos de la cantaora. La semana pasada, celebrando sus 30 años de profesión, presentó en la Bienal de Sevilla su espectáculo “Caótico Bolita Big Band” como antesala a su nuevo proyecto discográfico después de su debut con “Fluye” en 2013.
RESEÑAS
Cándido Querol / B!ritmos