Retomamos actividades con la bailaora y coreógrafa Rosario Toledo (Cádiz, 1977), gran figura de la danza flamenca contemporánea. Vivaz, fresca, intuitiva, con la música siempre en los pies, sabe enriquecer su baile con nuevas fórmulas expresivas, mostrando, además, una capacidad interpretativa que multiplica sus posibilidades escénicas. Licenciada por el Conservatorio Superior de Danza de Sevilla, comienza su andadura profesional junto a Charo Cruz con el espectáculo Por ley de vida. Trabajó como solista con Mario Maya en De Cádiz a Cuba, la mar de Flamenco y formó parte de la Compañía de Manuela Carrasco y Antonio El Pipa. Ha combinado su actividad en reconocidos tablaos con el trabajo junto a artistas de la talla de Javier Latorre, Javier Barón, Israel Galván y muchos otros. El contacto con ellos le ha permitido desarrollar una personalísima visión del baile flamenco.

Cuenta con el Premio Nacional en el Concurso de Arte Flamenco de Córdoba por Guajiras y Tarantos (1998) conseguido con apenas 20 años y deslumbrando, entre muchos, a Mario Maya. Luego llegaría el Giraldillo al Mejor Espectáculo en la Bienal de Sevilla 2012 por Aleluya Erótica y el premio Lorca de Teatro Andaluz con Amazonas. Prolífica en la creación de espectáculos, entre sus producciones se encuentran El aire de Cádiz, un recorrido por la gracia y la personalidad flamenca de su ciudad (2008); Pasos para dos, junto a Ana Salazar, con dirección de Pepa Gamboa, estrenada en la Bienal de Sevilla 2008; Hay fuego en tus ojos, el universo flamenco en los cuatro elementos, agua, tierra, fuego y aire, desde cuatro guitarras distintas (Jerez, 2011); Pintoresca, un exploración de la danza pintada y el cubismo junto a Dani de Morón, presentado en Jerez (2013) y Bienal de Sevilla 2014; ADN, trabajo introspectivo en el que bucea en su esencia y se cuestiona sobre qué es ser, en este momento, “bailaahora” (Festival de Jerez, 2015). Continúa en activo con Amazonas (2017), dirigida por Juana Casado y Bailaoras (2018), junto a Carmen La Talegona, Lucía La Piñona, María Moreno y Mercedes de Córdoba.
Este año presentó Me encuentro, una video-creación de danza rodada por Ana Solinís en el confinamiento, junto al músico Ruven Ruppik y con el que explora un nuevo lenguaje y reivindica la capacidad de la danza para “combatir la parálisis física, vital y emocional que vivimos”.

También durante aquellos meses se gestó el proyecto que presumiblemente nos presente este jueves junto a Javier Galiana (Cádiz, 1975) y Alba Haro (Barcelona, 1984) con quienes se lanza a recorrer con pasos y paisajes sonoros, las playas del mundo. La luminosa idea de recorrerlas cobra aún más sentido en aquellos extraños meses en que
hasta las playas podían estar acordonadas. De La Caleta a Tabatinga nos llevan estos tres artistas a condición de que sepamos deambular como flâneurs, sin más propósito que el de estar atento a la sorpresa, a dejarse salpicar, con la curiosidad viva. Si Balzac decía que la flânerie era gastronomía para los ojos, Javier y Alba nos proponen un giro
sinestésico para que viajemos con los oídos hasta sus Douze Flâneries sur plages (2021, La Mar Sonora).

No hay mejores palabras para definir a Javier Galiana que las que nos dispone David Monthiel: “músico de CádiCádi que se formó con Antonio Reguera y en la ESMUC, y fue su flamante primer licenciado en piano jazz. Vivió en Río de Janeiro, en Lisboa, un poquito en Nueva York y en la plaza de San Antonio.” “Uno de los cien mil pianistas
hijos de Manuel de Falla. Gourmet contra los gourmets, vazquezmontalbaniano profundo, borgiano de Thelonius, flamenco de Ellington, el Bill Evans de El Cambalache, Bola de nieve en el sofrito, John Berger metío en manteca, compare del trompetista Julián Sánchez, es el hombre que todo lo arregla: desde las canciones de Silvia Pérez Cruz hasta tangos de carnaval para big band. Malandro limón que se fue de gira mundial con Manu Chao, estudia a Aristóteles y toca en el Trío Garum, La Canalla, en Tomate, Trío y Cebolla, en Tumbando a Monk y en doscientos grupos más.”

Alba Haro es la cómplice de Javier y Rosario en estas incursiones playeras. Ella es una cellista de gran talento i sensibilidad. Licenciada en la ESMUC (2007) con las más altas calificaciones, ha formado parte de orquestas como la de las Escuelas de música de Europa, la Orquestra Nacional de Catalunya o Jove Orquestra Athenea. Ha formado parte del quinteto de cellos Scordatura Spectral, y la podemos encontrar en diversos proyectos de jazz, de flamenco y otras músicas. El joven guitarrista Marc López nos decía de ella: “no hay día que la escuche que no me acabe emocionando, sabe crear hondura”.

Plañideras o alegres, vegan esas flâneries y nos lleven al nivel del mar.

EL DORADO
Sociedad Flamenca Barcelonesa