Salvador Gutiérrez (Écija, 1970), quien inaugurara nuestra programación junto a La Tremendita hace ya quince años, vuelve a El Dorado para presentarnos su primer trabajo discográfico en solitario,
11 BORDONES (2021marbeproducciones). Tras una extensa trayectoria tocando para los mejores bailaores y cantaores del panorama flamenco, viene a brindarnos un recital con sus propias composiciones como guitarra solista.

Salvador empezó a tocar a la edad de siete años. Sus primeros pasos con el instrumento los dio junto a Manuel de Palma.  A los quince ganó el Concurso de Guitarra de Acompañamiento de la Federación Sevillana de Flamenco y entonces decidió trasladarse a Sevilla, donde pronto estaría acompañando al baile en las mejores academias, con Matilde Coral o Manolo Marín. También en esa época tuvo la suerte de tomar clases con Mario Escudero, aunque entonces, tan joven, como recuerda en la entrevista que le hace Pablo San Nicasio para chalaura.com, no fuera del todo consciente del valor de aquellas clases y la transmisión del maestro. Pronto se fijaría en él otro grande, Mario Maya, quien lo incorporó a su compañía y con quien giró por todo el mundo en varios de sus espectáculos. Otra figura clave en su carrera es Eva Yerbabuena; en su compañía es  donde estuvo más tiempo y como él dice, con quien tuvo la suerte de participar de su época más creativa, una época, por lo demás, en la que se produjo un proceso de renovación y transformación en el baile  que, en paralelo, pedía de la guitarra, también, una renovación en su forma de acompañar. Así, y pese a estar muchas veces a la sombra del baile, ha sido el responsable, el director musical, de muchos espectáculos en los que se trazan las más recientes derivas del baile, en un arco que va, como vemos, desde el gran Mario Maya hasta su hija Belén, Eva Yerbabuena, Israel Galván o Andrés Marín, con quien obtuvo el Giraldillo a Mejor Música en 2010 por “Carta Blanca”. Del mismo modo, repasar los cantaores a los que ha acompañado es recorrer la historia reciente del cante, desde la Niña de la Puebla, Juanito Valderrama o Chocolate, a José Mercé, Carmen Linares, Mayte Martín o La Tremendita, a quien produjo el disco FATUM, nominado a los Grammy Latinos.

Con todo este bagaje Salvador se propuso cambiar de registro y, sin hacer uso del despliegue de recursos y creaciones de que dispone, surgidas del baile o el acompañamiento al cante, gestar unas composiciones nuevas, con un carácter propio para la interpretación solista, o como él mismo dice: “El flamenco está en constante evolución. Después de acompañar toda mi vida a grandes artistas necesitaba expresar con mi música mi propia evolución artística y personal. Sin lugar a dudas con este disco lo he logrado y siento la necesidad de compartirla con ustedes.”.

Así nos llega 11 BORDONES, título que proviene de un inspirado piropo del cantaor José de la Tomasa, aludiendo a las once torres de Écija. Claude Worms, en una pormenorizada reseña al disco que aprovechamos para recomendar, recuerda que en otros temas también se alude desde el título a ese paisaje emocional del autor, desde el que nos propone compartir su viaje.

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EL DORADO
Sociedad Flamenca Barcelonesa