En la lengua castellana, se entiende por tópico “una idea estereotipada o de un lugar común que,
de tan utilizada, pierde su valor”.

Del hallazgo poético que Federico García Lorca puso en pie y del manoseo posterior en que devino el uso del vocablo, de eso y de otras cosas relacionadas con el Duende, tratará la conferencia de
José Javier León.

Pedirle al poeta que sea notario de la realidad es andar por el camino equivocado, el propio Lorca así lo dice “La misión del poeta es animar, en su exacto sentido dar alma, pero no me preguntéis por lo verdadero o lo falso porque la verdad poética es una expresión que cambia al mudar su enunciado “.

La expresión “tener duende”, la alumbró Federico G. Lorca en la genial conferencia que dictó el 20 de octubre de 1933 en la Asociación Amigos del Arte de Buenos Aires.

En realidad, más que una conferencia fue, aunque oculto, un acto de creación en sí mismo. Lorca, no fue allí a hacer pedagogía, ni a mostrar algo que ya se conoce y que se pueda explicar en coordenadas didácticas. Creó una criatura cuya autoría cedió al acervo popular y que, por su propia naturaleza, resulta  inabarcable. No se puede definir aunque le atribuya a Goethe la frase: “Poder misterioso que todos sienten y ningún filósofo explica”, que, señala, equivale en rango al aserto de Manuel Torre “todos los sonidos negros, tienen duende” cuando se refirió el cantaor a la música de Falla.

El poeta, para acercarnos a su entendimiento, nos hace volar en círculos: “[…] el duende es un poder, no un obrar, es un luchar y no un pensar… no es cuestión de facultad, si no de estilo vivo, de viejísima cultura, de creación en acto” y, a diferencia del Ángel y la Musa, las otras dos figuras que Lorca pone en el tablero para dibujar el campo de juego, el Duende no regala, por el contrario hay que convocarlo para luchar con él. No es, por tanto, una figura ajena al hombre creador si no que sale de sus adentros aunque,  dicho con sus palabras: “hay que despertarlo en las últimas habitaciones de la sangre”.

Desde la profunda percepción romántica que alumbra su rico universo, Lorca sitúa al Duende como el elemento necesario, imprescindible, del proceso creativo: “Los grandes artistas del sur de España, saben que no es posible ninguna emoción sin la llegada del Duende”.

Para hablar de eso y de su derivada, hemos convocado a José Javier León, toda una autoridad en el tema. Lleva cinco años sumergido en el cosmos lorquiano, inmersión que le ha facultado para publicar tres obras que ya ha editado Athenaica y una cuarta que prepara por encargo de la Universidad de Granada.  “El Duende. Hallazgo y Cliché” que fue su tesis doctoral y “Juego y Teoría del Duende”, los dos primeros, son complementarios y ricos por sí mismos por la abundancia de registros que aglutinan acerca de la fábrica del término y los vericuetos que lo acompañan. El tercero, La Sangre Derramada, pone el foco en la fecunda relación que Lorca tuvo con la Argentinita y el torero Ignacio Sánchez Mejías, relación de amistad y también de quehaceres comunes que alimentaron de manera profusa la última etapa de su corta e intensa vida.

EL DORADO
Sociedad Flamenca Barcelonesa