El Dorado Sociedad Flamenca Barcelonesa abre la temporada con un concierto de altura, una muestra exquisita del Jazz Flamenco de hoy dia, la armónica de Antonio Serrano y la guitarra de Josemi Carmona, se juntan para la ocasión y nos brindan la oportunidad de asistir a un concierto singular.

···· Ciclo Vibraciones Flamencas ····

«Vibraciones Flamencas»
Antonio Serrano, armónica
Josemi Carmona, guitarra
Concierto

Hace dos años, también con la colaboración del escritor y especialista del Jazz, Pere Pons pusimos en pie un ciclo de Jazz Flamenco con el título de Cuerdas Furtivas, ahora le toca ser furtivos a los vientos y expectantes estamos. No es poca cosa lo que nos espera en los dos próximos trimestres como tampoco lo es este inicio que presentamos.

Fiel a sus principios, el flamenco no ha dejado de rozarse, de relacionarse, con todo aquello que lo hace mejor, que le ensancha el campo de juego, en definitiva que lo enriquece, Si en el origen, en aquellos tiempos abiertos del siglo XIX donde los préstamos entre la música culta y la popular se producían con toda normalidad de tal modo que llevaron  a la guitarra flamenca a cotas tan altas como insospechadas, no lo fueron menos   cuando en los años treinta, Sabicas, Montoya o Manolo de Huelva se cruzaron   con el saxofón del Negro Aquilino o el de Fernando Vilches. Tiempos en los que el Flamenco vivía una etapa fértil y conquistaba públicos amplios. Después “Sketches of Spain” de Miles Davis y el “Olé” de John Coltrane hicieron la foto fija de ese noviazgo irreverente que Pedro Iturralde, en el Festival de Berlin de 1967, terminó acuñándolo al ponerle nombre y así el Jazz Flamenco tomó cuerpo. Paco de Lucía con Chick Corea, Di Meola, McLaughlin y Santana, lo paseó por el mundo hasta hacerlo universal y por eso hoy nos resulta tan natural y sencillo que Jorge Pardo, Carles Benavent, Dorantes o Chano Dominguez se adentren  en las entretelas del flamenco con esa solvencia expresiva que manejan o que Pepe Habichuela o Bolita entren en el territorio jazzístico con esa naturalidad, sin dejar de ser flamencos.

Hoy tenemos una buena muestra de esta maravilla en la que se ha convertido esta mixtura.

Pere Pons, nos presenta a los dos protagonistas

Bendecido por maestros incontestables como el armonicista Toots Thielemans o el guitarrista Paco de Lucía, Antonio Serrano   ha conseguido dar una nueva dimensión a un instrumento humilde como es la armónica hasta concederle una relevancia inédita en géneros como el jazz, el tango y el flamenco. Insuperable tanto a nivel técnico como expresivo, Serrano se ha erigido en referencia mundial de este instrumento como solista excepcional capaz de extraer sonidos que parecen imposibles de un pedazo de metal. Nacido en Madrid (1974), comienza sus estudios musicales a los siete años, guiado por su padre, quien desarrolla un método de enseñanza personal dirigido a aprender a tocar cualquier instrumento y estilo musical usando la armónica como instrumento principal. Antonio completa esta formación estudiando piano, violín, percusión, lectura musical, armonía, historia de la música, historia del arte, conjunto coral y estética en los conservatorios Madrid y Alicante, donde comienza a llamar la atención como armonicista y es convocado por el maestro Larry Adler para acompañarlo a un concierto de Naciones Unidas en París junto a Barbara Hendricks y Plácido Domingo, lo que supone el inicio de su carrera profesional como armonicista clásico. Posteriormente inicia su relación con el jazz tras descubrir viejas grabaciones de Louis Armstrong y del armonicista y guitarrista belga Toots Thielemans, comenzando estudios formales de armonía moderna con el prestigioso profesor de jazz y armonía contemporánea Félix Santos Guindel, lo que le capacita para poder continuar ampliando sus conocimientos de forma autodidacta y mediante colaboraciones con algunos de los mejores músicos de jazz del país. Solicitado asimismo por innumerables artistas en el ámbito del flamenco y del pop, mantiene al mismo tiempo una carrera en solitario que le ha permitido firmar cinco álbumes hasta la fecha.

Junto a él, ni más ni menos que la guitarra de Josemi Carmona (Madrid, 1971), fundador de los legendarios Ketama y exponente de la dinastía Habichuela. Su estilo depurado y su sonido luminoso le han concedido una distinción de elegancia y transversalidad en los tratados de la guitarra flamenca. Por ello convive con naturalidad con los registros más diversos –desde el pop al jazz pasando por los registros latinos– sin renunciar en ningún momento a la tradición y la esencia del género flamenco.

Hijo del maestro Pepe Habichuela, se inicia en la guitarra con tres años. Muy pronto comienza una carrera caracterizada por la sensualidad de sus melodías, la fusión con el jazz, la salsa, la bossa nova, el rai e incluso con la música mandinga.

Su figura en Ketama, grupo al que se une con 14 años, fue imprescindible. Paralelamente, ha colaborado en los discos de multitud de artistas, entre ellos, Paco de Lucía, Alejandro Sanz y Jorge Pardo. Además, ha sido productor de Niña Pastori y del grupo la Barbería del Sur y ha grabado con primeras figuras del jazz como Carles Benavent y Dave Holland.

En 2016, emprende junto a Javier Colina y Bandolero un proyecto de flamenco jazz que ya ha cosechado tres trabajos discográficos: De Cerca (2016), uno de los discos de música instrumental más vendidos de los últimos años, con una gira que realizó más de 70 conciertos en 14 países, De Cerca en Directo desde el Café Berlin (2017), en el que participaron invitados como Santiago Auserón, Pedro Guerra y Antonio Serrano y Vida, que desarrolla y profundiza en un sonido propio forjado en todos estos años de camino musical compartido y que es considerado uno de los más sofisticados y representativos del género.